miércoles, 8 de octubre de 2008

Cuarta Fecha, Havana Club SD v/s Mis amigos y yo

Parece que ésta jornada iba a ser de las más celebradas por la goleada que esperaban los muchachos de la celeste puesto que al frente tenían al equipo más goleado del campeonato, pero al final de los 44 minutos jugados los rostros no reflejaron la algarabía que se esperaba.
Claro, querían marcar una gran diferencia de goles a su favor los que eventualmente podrían ayudar en el conteo final, pero jóvenes, para marcar tal diferencia hay que ser efectivo en el otro arco y de la manera en que se “farrearon” esa cantidad de goles, sobre todo en el segundo tiempo no quedaba mas que agachar un poco la cabeza y/o esbozar una sonrisita irónica al final del match.
Están agrandados los celestes y es bueno porque a medida que avanza el campeonato se ha ido logrando el fiato necesario entre sus jugadores para lograr conformar el equipo que los represente y eso les ha ido generando tal confianza; no olvidar que recién se juntaron como grupo para conformar un plantel y hacer una pretemporada en la que tuvieron casi puras derrotas.
No cabe mucho análisis para este partido puesto que la diferencia técnica y táctica entre los rivales es demasiada, pero lo que sí quedó en la retina de todos fue la poca resolución en el arco rival de los delanteros havaneros (me recuerda un poco las tantas ocasiones perdidas en el partido contra “los pirkis”).
Estos muchachos deben ya empezar a finiquitar cada llegada al arco rival, pero con la displicencia o la “poca sangre” que empujan cada pelota frente al arquero es lógico que después de cada partido se hable más de los “casi goles” que de la alegría que significa cada triunfo; deben entender que la jugada que termina con la pelota en la red es la que se recuerda, atesora y suma, y que la jugada “lujosa” y el “canyengue” que no llegan a finiquitarse pasan a ser intrascendentes (eso déjenlo para los amistosos).
Esto tendrán que corregirlo desde ya, puesto que el campeonato avanza a pasos agigantados y en la parte alta donde los celestes se están acostumbrando a estar no hay margen para errores. El uno a uno no tiene fichas en esta ocasión, salvo una mención para el arquero que supo “amarrar” cada pelota que se paseó varias veces por su arco, y otra para el lateral volante del primer tiempo que hizo lo que se le pidió y de sus pies salieron las habilitaciones que terminaron en los tres goles del primer tiempo.
En la próxima fecha se les viene a los celestes un partido de verdad, frente a un rival de verdad, conocedor de esta liga y gran animador de muchas jornadas que se mantiene sólido en la punta de la tabla de posiciones, partido en el que los havaneros tendrán la oportunidad de demostrar si están para cosas grandes.

Enrique Cabrera
DT Havana Club SD

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